La eterna segundona, como siempre se la denominó al tener que referirla constantemente a su gran rival, la Vespa de Piaggio, Lambrettatiene además curiosamente unos inicios muy parecidos a los del escuter de Piaggio: la necesidad del que hacer con unas instalaciones fabriles destruidas por los bombardeos del conflicto bélico que significó la 2a GM. Por ello su propaganda siempre fue dirigida contra la Vespa, de la que constantemente intentaba no distanciarse hacia abajo por lo que a número de unidades fabricadas se refiere.
La Historia del escuter Lambretta no difiere mucho de la de su gran rival, la Vespa, pudiéndose definir como la obra personal de otro gran italiano, Ferdinando Innocenti en esta ocasión, un lince de los negocios que nacido en
Brescia en 1891 y tras abrir en 1926 un almacén de tubos en Roma, ampliado cinco años después con una factoría familiar en Lambrate (Milán) para la fabricación de andamies tubulares de montaje rápido, se encuentra tras la liberación de Roma con el que hacer cuando el conflicto bélico finalice, cosa que se vislumbraba para pocos meses tras el derrumbe del III Reich, pensando en dos posibles caminos, un vehículo popular ó la maquinaria siderúrgica, y aquel mismo año de 1944 Ferdinando Innocenti empieza a trabajar en lo que bautizó como «experimento O», un prototipo de escuter con motor bicilíndrico de 125, transmisión secundaria por cadena instalado en una original plataforma con suspensión delantera, un faro en la parte inferior y sin suspensión trasera. Ferdinando Innocenti modificaba la estética y la técnica (motor de un solo pistón).
Todo este conjunto de secretos verían la luz en el año1946, cuando Ferdinando Innocenti y sus dos más directos colaboradores desarrollan el prototipo del escuter Lambretta, nombre adoptado por las rodalías milanesas donde sería producido, Lambrate.
Aparecerá a la venta en octubre de 1947 bajo la denominación serial de «125m» («m» por motoescuter), un escuter con una línea y soluciones mecánicas totalmente distintas a las que presentaba la Vespa pero bajo una campaña publicitariamente menos agresiva: «Son las 20,35 hones la hora de la Lambretta…»,comenzaba la publicidad radiofónica que durante todo el 1947 se emitía a las ondas por las dos redes nacionales de emisoras de radio paraanunciar el inminente lanzamiento del nuevo escuter italiano.